domingo, 28 de diciembre de 2008

Fluorescencias emorrágicas desde mi.-

Fluorescencias hemorrágicas desde mí.-

Siempre creí que esto sería solo mío,
pero hoy me despojaré de lo intrínseco.
No sé porqué,
pero amanecí sin haber dormido,
y con ganas de gritarles algo,
peor aun,
de publicárselos.
Así que, ahí les va.

Empezaré asumiéndoles que soy un tanto insípido
al momento de relacionarme en primeras instancias con las personas.
A diferencia de con objetos, lugares, escondites, niños, insectos
y cualquier otra cosa viva o muerta que atraiga mi atención de forma no común.
Aunque todo sea de toda índole. Aunque nunca los halla visto.
Con todos ellos siempre ha existido en mí,
una facilidad innata de interactividad complementaria,
como si me fuesen asimilados desde siempre, y viceversa.

Asumirles también,
que persigo los olores.
En mi no hay un gran cultivo de aromas autónomos,
pero es con los demás,
que actúo siempre lo mas doctrinal y alerta posible,
y trato de identificar a los que mas pueda.
Algunos aromas me enamoran de una forma muy fácil,
a los cuales podría dármeles del todo.
Otros, pueden apartarme para siempre de la fuente que los emita.
Piensen en el poder y dominio que ejercen y aportan sobre nosotros.
Matices tan variados
capaces de hacernos llegar a notas catársicas
y a enormes amplitudes,
en donde basta con tan solo una breve cavada,
para cambiar nuestro transcurso,
desde lo apocalíptico,
hasta lo sensualmente infantil.
Por toda esta razón
y por otros puntos,
lloré demasiado al ver El perfume hace varios meses ya,
y aun continúo haciéndolo cada vez que “ Masoka ” pero bellamente la repito.

Gracias, gracias a Ben Whishaw
por verbalizarme en aspectos inconclusos
y por protagonizar a Jean-Baptiste Grenoille de forma tan mística y magistral,
dejándome cedido a él.
Y gracias Constantine Film,
por darnos una ilustración de un tan bello Best seller.
Independiente de su polémico y frustrante final.




Intento desenvolverme actuando,
cantando, tocando música, dibujando y diseñando.
Confecciono y creo en todas estas áreas y otras más.
Las intento abarcar como parte de mi dieta personal,
balanceada y nutritiva.

Soy de los pocos que aun regalan obsequios a sus amigos para las ocasiones especiales. Ojalá hechos por mi.

Siempre bailo,
cada vez que puedo.
Me es importante hacer esto participe constante. Lo practico a diario.
Ya lo he dicho antes:
A mi pelvis la posesiona Elvis. Creo yo.

Puedo pasar días completos trabajando con mi dulce Paint,
y me catalogo como un “ Jpg-ero ” por excelencia.
Amo el registro. Mis archivos son amplios.

A veces, leo facsímiles y artículos
de revistas que voy adquiriendo,
con una única regla en común;
que estén en otros idiomas.
Ya sé que no las entenderé,
pero ago como que las comprendo.
Me río, debato los textos y critico.
En todos los casos disfruto de igual manera
como si leyera en mi idioma a mi novela preferida.
Pero no se preocupen,
ya asentí que es una conducta un tanto nerd y freak.

Tomo leche batida, en pijamas,
viendo caricaturas, masticando cereales, remojando y deshaciendo galletas de vainilla o naranja en mi boca.

Desde pequeño que suelo después de bañarme,
saltar desnudo en mi cuarto
bailando el “Dance” que me esté moviendo en la temporada.
Algo así como “My personal video-naked”.

Colecciono objetos, artículos, ropas y accesorios
de forma simbólica un tanto excesiva, debo reconocerles,
y por esto, algunos me tildan como un ropavejero melómano.
Por favor,
permítanme, que les corrijo.
Yo soy todo un “Handymen”.






Todos los patrones conductuales que he comentado,
son solo una parte de las cosas que habitúo.
Fehacientes testigos,
de que poseo frescura,
y de la buena.
Se dice que esta actitud,
que estas ganas de querer disfrutar a la vida por tus medios, reconociéndolo con tanta certeza;
va en la sangre.
Así que aquí, ahora,
viene mi notificación impetuosa:

Mundo.
La frescura de la cual les hablo,
proviene de una parte muy oculta en todos.
Descubrí que por mis venas no corre sangre,
si no que solo,
líquidos fluorescentes.

No sean retraídos,
no se dirijan camino a la mediocridad con esa actitud fatigada,
tan típica de todos nosotros.
Adóptense como son.
Sean capaces de expandir su interior de una forma más acuciosa.

Espárzanse hemorrágicamente un poco de sus fluidos fluorescentes interiores
en sus ropas y piel,
y verán que bonito les queda.

¡Y salgan a vivir al destape!
Mamá y papa no siempre han esperado su regreso a casa.